18 mayo 2024

CITAS PARA REFLEXIONAR

 

Venceréis, pero no convenceréis.”

(Miguel de Unamuno; Bilbao:29/09/1864 - 31/12/1936; filósofo y escritor de la Generación del 98; Catedrático de Etica , Rector a los 36 años de la Universidad de Salamanca y Doctor Honoris Causa de la misma; Miembro de honor de la Tertulia del Café Novelty situado en la “irregular pero armónica” Plaza Mayor de Salamanca.)


UN POEMA PARA EL SÁBADO: AURORA LUQUE

 

La mirada de Ulises

 

Hay viajes que se suman al antiguo color de las pupilas.

Después de ver la isla de Calipso ¿es que acaso Odiseo

volvió a mirar igual? ¿No se fijó un color

como un extraño cúmulo de algas

en sus pupilas viejas? Lo mismo que en los pliegues

mínimos de la piel

se fosilizan besos y desdenes, así los ojos filtran

esa franja turquesa del mar que acuna islas,

medusas de amatista, blancura de navíos.

La piel es vertedero de memoria

lo mismo que el poema. Pero acaso unos ojos

extrañamente verdes de repente dibujen

empapados de luz

un boscoso archipiélago perdido.

 

 

Aurora Luque, (Almería 1962) es poeta, narradora y traductora y se doctoró en Filología Clásica por la Universidad de Granada. En Málaga, donde reside, trabajó como profesora de griego, articulista, editora y gestora cultural, y ocupó la dirección del Centro Generación del 27 entre 2008 y 2011.

En 2005 fundó la editorial Narila y en la actualidad forma parte del grupo de investigación "Traducción, Literatura y Sociedad" de la Universidad de Málaga.

Su poesía conjuga la tradición clásica con la modernidad más furiosa. En su obra poética destacan, entre otros títulos: Orinque (2017), Haikus de Narila. Portuaria (2017), Los limones absortos. Poemas mediterráneos (2016), con el que obtuvo el Premio Estado Crítico 2016.

Además, ha sido galardonada, entre otros, con el Premio Federico García Lorca de la Universidad de Granada (1982) por Hiperiónida, y con el Premio Fray Luis de León por Camaradas de Ícaro.

En 2022 ha sido galardonada con el Premio Nacional de Poesía, de ella el jurado dice: "El alto calado lírico, emocionante, exigente, transparente, sitúa la voz inconfundible de la autora como una de las grandes poetas de nuestro tiempo".

 


17 mayo 2024

V.O.S.

 


Se trata de una antigua, pero siempre activa polémica, “mil” veces tratada entre los críticos y especialistas cinematográficos, además de todos los cinéfilos y buenos aficionados a la magia espectacular del cine. Partimos de una difícil disyunción como pregunta: ¿películas “dobladas” al idioma patrio o cintas en V.O.S. versiones originales subtituladas?

A favor de una u otra opción aparecen postura legítimamente contrapuestas. Las argumentaciones no son en absoluto complicadas. Entre los primeros, la principal defensa de sus preferencias radica en el cansancio que tendrían que soportar, al tener que ir leyendo, de continuo, los subtítulos que hacen y permiten entender la lengua o el idioma utilizado (normalmente el inglés o el francés). Añaden, para sustentar mejor su postura, que en no pocas películas los subtítulos no están bien grabados (en tamaño y color) cuando aparecen en la parte inferior de la pantalla. Y completan su razonamiento indicando (muchas veces con veracidad) que los textos traducidos aparecen y desaparecen con tanta rapidez que materialmente no da tiempo a completar su lectura. Todo ello lo resumen, coloquialmente, con una frase que “lo dice todo": “yo no voy al cine para leer”. Por supuesto, depende lo que cada uno entienda por “leer”.

Los que piensan en contrario, defienden que siempre es mejor escuchar la voz original de los actores protagonistas, con sus matices y giros orales, pues así se entiende mejor lo que interpretan. Resulta más verosímil y empática su actuación cuando se aplica su propio lenguaje. Explican que muchos doblajes resultan artificiosos, mecanicistas, faltos de “alma” y naturalidad. En otras palabras, están deficientemente realizados, semántica, gramatical y anímicamente. Se entiende mejor la escenificación de los argumentos, escuchando y asimilando las voces originales y propias de los actores. Y así continúa la polémica, de difícil solución, entre los “pro o anti” doblajes de las películas.

Por fortuna, en cada ciudad o capital española, suele haber alguna sala de cine que mantiene “con firmeza” la proyección de los filmes en V.O.S. gesto que muchos espectadores agradecen a los gestores empresariales de esas salas cinematográficas. De esta fácil forma, nos acostumbramos a reconocer las voces originales de los grandes actores y actrices, evitando caer en la cómica e infantil postura de pensar o creer que los famosos intérpretes extranjeros tienen esa voz española que siempre aparece en sus películas, pues hay dobladores que se especializan a prestar siempre su voz a esos famosos intérpretes. Lo cómico del caso es que, después, esos espectadores comprueban que dos actores diferentes tienen la misma voz “española” o aún más ridícula resulta su decepción cuando algunos de esos actores foráneos visitan nuestro país y se expresan a través de la radio o la televisión con su propia y lógica voz (que ahora los espectadores no entienden, a no ser que se la traduzcan).

Este comentario viene a cuento de la película finlandesa, cuyo visionado recomendamos para este fin de semana. Nos estamos refiriendo a la cinta titulada FALLEN LEAVES (hojas caídas, hojas otoñales) producción del 2023, dirigida por el afamado AKI KAURISMAKI (Finlandia, 1957) quien también escribe el guion. Esta bella, reflexiva película, con una gran psicología de caracteres, recibió el premio del jurado en el pasado y prestigioso festival de Cannes. También ha merecido numerosas nominaciones, para otros premios y certámenes. Disponemos de la versión “dudosamente” doblada de la película. Cuando escuchamos hablar a los dos principales protagonistas ANSA (Alma Poysti, 1981) y HOLAPPA (Jussi Vatanen, 1978) nos produce una sensación de notable extrañeza su dicción, haciéndonos esa pregunta de “¿así de “cortante”, “seco”, frío”, hosco, “inexpresivo”, serio, conciso, es la forma de lenguaje utilizada en ese frío país nórdico (Finlandia), o es el estilo y la voz del actor de doblaje que ha intervenido en la versión española? En este último caso está “vendiendo” una austera e incluso desagradable o incómoda forma de expresión que, en modo alguno se corresponde con la original

Se puede localizar el traíler de esta producción en You Tube que, por fortuna lo ofrecen en lengua finlandesa. Su duración es sólo 1,28 m. y obviamente está subtitulado. Al menos ahí podemos escuchar las verdaderas voces de Alma y Holappa, que resultan algo más dulces, naturales y humanas, en las escasas palabras o frases que pronuncian.

En uno y otro caso, llegamos a la conclusión de que el carácter de los ciudadanos finlandeses es un tanto diferente que el que hemos conocido en las personas inglesas, francesas y, sobre todo, mediterráneas, como los italianos y los españoles. Y dentro del ser hispano, la forma de hablar y de expresarse en Andalucía. Tal vez esta forma de expresarse por parte del finlandés esté más cerca de lo germánico que de las latitudes más meridionales en la esfera terrestre.

Argumentalmente el guionista y director nos cuenta una sencilla, hermosa y triste historia de amor entre dos seres solitarios, muy modestos en su economía, que buscan el grato e inexcusable calor del amor. Uno de ellos salva a su pareja de la persistente adicción al alcohol, uniendo, finalmente sus respectivas y duras soledades en ese difícil caminar por la infortunada e incómoda suerte que les ha correspondido, en estas sus oportunidades vitales. Nos preguntamos, volviendo al argumento que se nos narra, ¿Ansa y Holappa carecen totalmente de familia? 

Cuando te compras el DVD de Fallen Leaves, el problema del sonido lo tienes resuelto. El DVD te permite elegir el idioma y los subtítulos que libremente desees. Algunas plataformas de Streaming hacen posible la opción del idioma y los subtítulos, siempre a los asociados a la misma.

Por cierto, las versiones con sonido original también ayudan al aprendizaje de muchos vocablos y formas expresivas, en ese inglés universal que hoy domina la comunicación entre los humanos. -




 

José L. Casado Toro

Mayo 2024


15 mayo 2024

MI ÚLTIMO VERANO


Hola, me llamo Quique, acabo de cumplir los doce y os voy a contar mi último verano. He estado como todos los años en el pueblo de mis padres que está en la Mancha, al lado de un río de los más importantes de España. No digo el nombre por darle misterio y por si alguien de allí se molesta. El wifi va fatal y no hay tiendas de chinos, pero yo me lo paso igual o mejor que en casa porque tampoco hay tráfico, ni está doña Sole, la de mates.

Cuando llegué, fui primero al Chopo del Muerto. Lo llaman así, en plan, porque un día encontraron un muerto tumbado en lo más alto. Yo me lo creí hasta los siete más o menos, ahora ya ni de coña. Solo había tres o cuatro de los de la pandilla, pero no estaba Vero.

Vivíamos en casa de mis abuelos. Empecé las vacaciones regular porque en la primera excursión por la Ruta de los Cagaos, el gordo Elías se cruzó por delante de mi bici y me lanzó a un lado. Me clavé una astilla en la pierna y me tuvieron que llevar entre todos al pueblo. A mi abuela casi le da un perreque al verme, como dicen allí. En el centro de Salud me curaron y el médico me dijo que era muy valiente y me dio dos piruletas, en plan, como si en vez de doce tuviera seis años.

Cuando mis padres me dejaron salir, era el héroe de la pandilla y hasta Vero me miraba de otra manera. Yo les dije que me había visto el hueso, pero algunos se rieron porque en la pantorrilla no hay hueso, decían. El que más se reía era el gordo Elías, que tenía la culpa de todo. Era mi hueso y lo había visto con mis propios ojos, punto. Creo que Vero, que era la más guapa de la pandilla, no sé si ya lo he dicho, sí me creyó.

Salíamos de marcha, lo que era ir de paseo y pipas, jugar al fútbol contra los del pueblo y robar fruta de noche, en plan, lo de siempre. Además, ya casi no tenía aquel dolor de cabeza que me dejaba medio atontado.

Al final del veraneo se hacía la verbena de San Bartolomé, el patrón. Mi prima me había dicho que Vero estaba por mí, pero yo no sabía qué hacer ni qué decirle, solo tengo doce años. Antes de los fuegos hacíamos una fiesta de la pandilla en el río. Vero me había mirado toda la tarde de forma extraña. Ya de noche, me cogió de la mano y me llevó fuera del grupo. Ella tenía casi catorce. Me dijo que le gustaba y a mí me empezaron a temblar las piernas. Aun así, me acerqué tanto a ella que no tuvo más remedio que darme el primer beso, yo le di el segundo y ya perdí la cuenta. Del temblor pasé a un cosquilleo muy agradable ahí abajo que me gustaba mucho. Yo no sabía cómo seguir y de repente, en plan, ella cogió mi mano y la llevó a algo duro y redondo que yo nunca había tocado. Estaba a punto de explotar cuando sonó la voz del gordo Elías. «Vamos, que empiezan los cohetes». Maldije a ese gordo más que cuando casi me tiró al río. Me hubiera gustado matarlo allí mismo, pero luego pensé que, aunque yo no iría a la cárcel, por ser un niño, mi abuela y mis padres cogerían un buen berrinche. De todas formas, en plan, lo más seguro era que en Navidad el gordo Elías ya hubiera reventado de un atracón y no lo volvería a ver.

             El día de mi cumpleaños mis padres me dijeron que iban al pueblo grande a hacer algo de unas tierras, para no tener que llevarme, creo. Allí se iba al notario, al Mercadona o al médico o sea que iban los mayores a hacer cosas de mayores. Cuando volvieron no me contaron nada, aunque eso era lo normal, pero yo los veía muy preocupados. Cuando les pregunté me dijeron que era porque iba a haber una gran tormenta esa tarde y que mejor suspendíamos mi fiesta de cumpleaños. Mi detector de mentiras, en plan, empezó a sonar con fuerza. Pi-pi-pi-pi. Me hacía mucha ilusión la fiesta, a la que iría Vero, por supuesto. Les dije que ya era mayor y que había visto muchas tormentas y no me daban miedo. «Esta sí nos va a dar mucho miedo a todos», dijo mi padre. Mi madre lo miró con aquella mirada que lo hacía volverse muy pequeño.

             Ese fue el peor cumple de mi vida porque tampoco me dejaron salir. Por la noche me dijeron que íbamos a adelantar la vuelta. Los análisis que me habían hecho en el hospital se habían perdido y tenían que repetirlos. El detector parecía que iba a estallar y mi cabreo también porque me estaban tratando como a un niño de seis años, en plan, igual que el médico. Incluso me volvió aquel dolor de cabeza que ya tenía casi olvidado.

             Al día siguiente, mientras cargaban el coche, me dejaron ir un momento al Chopo del Muerto a despedirme, pero no había nadie. Por primera vez en mi vida me sentí solo y pensé en que quería volver en Navidad y ver a Vero e incluso al gordo Elías. Y en que no fuera, como dije al principio, mi último verano.

 

Fernando Navarro

 


13 mayo 2024

LA NOVENA SINFONÍA DE BEETHOVEN CUMPLE DOS SIGLOS ¿POR QUÉ ES TAN EXTRAORDINARIA?

 

Artículo de Ted Olson, Professor of Appalachian Studies and Bluegrass, Old-Time and Roots Music Studies, East Tennessee State University. Publicado en la revista digital The Conversation.

A principios de 1824, 30 miembros de la comunidad musical de Viena enviaron una carta a Ludwig van Beethoven solicitando al gran compositor que reconsiderara sus planes de estrenar su última sinfonía en Berlín y, en su lugar, lo hiciera en Viena.

Beethoven vivía en Viena desde 1792, cuando abandonó su ciudad natal de Bonn (Alemania) para dedicarse a la composición. Pese a que había alcanzado fama mundial, en la década de 1820 su estrella no brillaba tanto: había caído en desgracia entre los mecenas vieneses, que en aquella época se sentían atraídos por los sonidos y estilos de los compositores italianos.

Beethoven no aparecía ante el público vienés desde hacía doce años, pero se sintió conmovido por el sentimiento de la carta y aceptó estrenar su nueva obra, la Sinfonía nº 9 en re menor, en la ciudad. El estreno tuvo lugar el 7 de mayo de 1824, en el teatro Kärntnertor.

Los promotores del concierto prometieron al público que el legendario –y legendariamente antisocial– compositor estaría presente en la interpretación de su última sinfonía. De hecho, durante toda la representación estuvo en el escenario, de espaldas al público, según describe Maynard Solomon en su aclamada biografía de Beethoven.

El compositor insistió en dirigir la sinfonía desde un atril. El director oficial del concierto, Michael Umlauf, había dado instrucciones a los músicos –una orquesta y un coro vieneses– para que ignoraran a Beethoven, que era completamente sordo y con quien teóricamente no se podía contar para llevar el compás.

La interpretación fue interrumpida varias veces por los aplausos de los aproximadamente 2 000 asistentes, pero Beethoven no pudo oír la reacción. Según testigos presenciales, el compositor “se lanzó de un lado a otro como un loco” y se retrasó varios compases en su “dirección”.

La entusiasta respuesta al estreno de la sinfonía presagió su acogida en la comunidad musical europea, a nivel mundial y a lo largo del tiempo.

Atractivo mundial

La Sinfonía nº 9, a veces denominada la Sinfonía Coral, fue el broche de oro de la extraordinaria carrera de Beethoven. En los 200 años transcurridos desde su estreno, se ha convertido en una composición esencial del repertorio orquestal y a menudo se la cita como el mayor logro de la música clásica occidental.

Uno de los principales motivos por los que la sinfonía llegó a un público tan amplio fue la incorporación por parte de Beethoven del poema de 1785 “An die Freude”, u “Oda a la alegría”, de Friedrich Schiller, destacado escritor, historiador y filósofo alemán. Combinado con una melodía memorable en el cuarto movimiento, este texto, con su sentimiento edificante y humanitario, contribuyó a que la sinfonía se considerase un himno.

Ampliamente interpretado como el alegato de Beethoven a favor de una “hermandad global”, el cuarto movimiento se ha incorporado a actos ceremoniales patrocinados por organizaciones internacionales como la UNESCO, los Juegos Olímpicos, el Consejo de Europa y la Unión Europea. Dada la fama de la obra, la sección “Oda a la Alegría” de la sinfonía también ha sido utilizada con fines propagandísticos por partidarios del nazismo, el bolchevismo, el maoísmo y otras ideologías.

Composición innovadora

La Sinfonía nº 9 es extraordinaria en muchos sentidos, según Teddy Abrams, director musical de la Orquesta de Louisville (Kentucky, Estados Unidos) y ganador de un Grammy.

Por un lado, aunque no fue la primera obra musical larga de la época, las demás se construían generalmente encadenando muchas secuencias más cortas. En cambio, Beethoven creó la Novena sinfonía –de 74 minutos– a partir de sólo cuatro movimientos largos. “Las proporciones son asombrosas”, afirma Abrams.

Cada uno de los cuatro movimientos de la Novena es una única declaración musical cohesiva y coherente. Esto, más que la innovación de utilizar un coro en una sinfonía, fue lo que la hizo revolucionaria, según Abrams.

Al principio del último movimiento, Beethoven retoma elementos de los tres anteriores. Esta “cita” era una técnica muy inusual en la época, según Abrams. “De estos ‘recuerdos’ musicales surge el tema intemporal de la ‘Oda a la Alegría’”, afirma.

Energía e impulso

La sinfonía ha influido en artistas de todo el espectro cultural, incluidos miembros de varios géneros musicales modernos y vanguardistas. El compositor británico Gabriel Prokofiev, nieto del famoso compositor ruso Sergei Prokofiev, recibió en 2011 el encargo de una orquesta francesa de crear una nueva obra, Beethoven9 Symphonic Remix, que interpretaba la sinfonía a través de una fusión de música clásica y electrónica.

Cuando fue entrevistado para el documental de 2020 La ‘Novena’ de Beethoven: sinfonía para el mundo, Prokófiev comentó:

“Muchas de las técnicas y enfoques que utilizaba Beethoven, en particular sus finales culminantes y sus codas y el dramatismo y la sensación de energía y empuje que tenía, los encontramos en todas partes, especialmente en la música de baile y la música electrónica”.

Durante más de un siglo, la Sinfonía nº 9 ha desempeñado un papel icónico dentro de la industria discográfica. Dada la continua popularidad de la obra de Beethoven, desde 1923 las compañías han intentado lanzar grabaciones comerciales de la misma. Sin embargo, en los primeros discos no cabía toda la sinfonía.

Entonces, hacia 1980, dos compañías discográficas –Sony y Philips– negociaron la duración del nuevo formato de disco compacto digital en algo más de 74 minutos por CD. Según Joop Sinjou, un ingeniero de Philips que desempeñó un papel clave en el desarrollo de la tecnología, el presidente de Sony, Akiyo Morita, y su esposa insistieron en que el nuevo formato fuera diseñado para que cupiera la Sinfonía nº 9 completa.

Sin embargo, existen variaciones de la historia, por lo que no es seguro que la decisión de las empresas de fabricar CD capaces de contener más de una hora de música fuera específicamente para dar cabida a la Novena de Beethoven.

La sinfonía de la buena voluntad

El cuarto movimiento de la sinfonía contiene un mensaje de paz que tiene especial resonancia en el siglo XXI. En una sección de ese movimiento, Beethoven incorporó una marcha turca en la que aparecen dos instrumentos asociados con Turquía: el platillo y el bombo. Según Prokofiev, en la época de Beethoven los europeos discriminaban a los otomanos.

En 2006, la Sinfonía nº 9 de Beethoven fue interpretada por la West-Eastern Divan Orchestra, un conjunto formado por jóvenes músicos israelíes y árabes. La actuación formaba parte de una campaña a favor de una resolución pacífica del conflicto de Oriente Próximo.

Millones de personas han visto en YouTube vídeos de esta interpretación. La aspiración de la sinfonía de “buena voluntad” de Beethoven sigue inspirando la visión de una humanidad unida.

 

La “Oda a la alegría” es el himno oficial de la Unión Europea, y ya  que el día 9 de mayo se celebra el día de Europa, desde el Blog de Amaduma os mandamos un enlace con un fragmento de la película de 2006 “Copying Beethoven”, donde se interpreta esta obra.



11 mayo 2024

CITAS PARA REFLEXIONAR

 

“Un hombre que no arriesga nada por sus ideas, o no valen nada sus ideas, o no vale nada el hombre”

(Platón; filósofo griego; Atenas 427 a.C. - 347 a.C.; discípulo de Sócrates y maestro de Aristóteles; fundador de la Academia de Atenas dedicada especialmente a la filosofía, la retórica, la medicina, la astronomía y las matemáticas).


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