08 enero 2009

AÑO NUEVO, NUEVAS INTENCIONES



Siguiendo la pauta de los años anteriores, al comenzar el 2009 lo he iniciado con una programación de buenos propósitos, pero al revés. Me explicaré: de buenos propósitos para mí, aunque para los demás no lo sean tanto. Voy a enumerarlos y colocarlos junto al calendario para mantenerlos vivos en mi memoria diariamente.

Primero.- No seguiré ningún régimen de adelgazamiento. Ya sé que esto en mí no es una novedad, pero el que se encuentre en la necesidad de hacerlo ¡que se chinche! Yo voy a hartarme de jamón ibérico, de pescaíto frito, y de todo cuanto me gusta y mi metabolismo me permite.

Segundo.- No voy a retirarme del tabaco. Teniendo en cuenta que nunca he fumado, voy a permitirme el lujo de colocar un paquete de cigarrillos en mi mesita de noche, con la seguridad absoluta de que no caeré en la tentación.

Tercero.- Voy a pasar a la categoría de “mujer tonta e inútil”. Dado los magníficos resultados que he obtenido siendo lista y competente, como por ejemplo, resolver sola todas mis cuestiones y en muchos casos las de los demás, a partir de ahora con mi nueva incapacidad y mi desvalimiento, serán otros los que se harán cargo de mis problemas y encima se sentirán agradecidos por poderme ayudar. No hay nada que fastidie tanto a ciertas personas como que seas resolutiva y eficaz, porque los que no lo son quedan en evidencia.

Cuarto.- Nunca más daré un paso al frente. Se acabó el prestarse como voluntaria para todo, el comprometerse con los proyectos de los demás -te interesen o no-, el sentirse obligada por la rapidez con la que te has ofrecido a colaborar, a ayudar, y en muchos casos sin que te lo hayan pedido y sin que ni siquiera sea necesario.

Quinto.- No intentaré mantener erguido el pabellón de los otros. Yo no puedo responder por los actos de los demás, ni mejorarlos, ni maquillarlos, ni justificarlos. Aquí cuadra perfectamente aquello de “que cada palo aguante su vela”.

Sexto.- No me adelantaré a las necesidades de los míos. Se acabó el llevar a cabo determinadas acciones con las que intentas simplificar o mejorar la vida de los que quieres. Esperaré a que me lo pidan, y de este modo, es posible que hasta me lo agradezcan.

Séptimo.- No haré alarde de salud ni de optimismo. Aceptaré ante los demás sufrir algún pequeño achaque y admitiré de cuando en cuando estar atravesando momentos bajos. Hay que dar la oportunidad a otras personas para que puedan ejercer la compasión, virtud cristiana por excelencia, y así evitar que caigan en el pecado de la envidia.

Octavo.- Procuraré controlar mi actividad. No contravendré ninguna norma porque un día no me apetezca caminar, alguna vez me tienda en el sofá sin hacer nada, me despreocupe del orden y la limpieza al menos durante un buen rato, abandone la lectura de ese libro que me han regalado y que me aburre, y escuche los boleros que me ponen triste pero que me gustan.

Noveno.- Intentaré querer menos y dejaré que me quieran más. Teniendo en cuenta que hay personas a las que les agobia sentirse queridas, evitaré hacerlo, y permitiré que me lo demuestren aquellas que lo están deseando. No hay nada malo en invertir los términos, puede que hasta resulte satisfactorio.

Décimo.- Escribiré únicamente sobre lo que me motiva, leeré sólo lo que me interesa, veré las películas que me apetecen, escucharé la música que me conmueve, viajaré a los lugares que me atraen, y me relacionaré con las personas que me gustan y con las que me enriquezco. Y aprenderé a decir no, resuelta, rotunda, segura, no, no, no, a todo aquello que me pidan y yo considere que no debo dar.

Bueno, el decálogo ya está completo. Ahora sólo resta cumplirlo. Teniendo en cuenta que el papel todo lo resiste, ¿resistirá también la voluntad? Les iré informando.


MAYTE TUDEA. 3-ENERO-2009

2 comentarios:

  1. Mayte estoy totalmente de acuerdo con tus buenos propósitos, yo prometo hacerlos míos salvo en una cuestión, no deseo ni puedo ser una mujer "tonta e inútil" como es lógico, por lo que yo desearé ser un hombre "tonto e inútil" o sea lo que se dice un hombre florero.
    Ah!y añadiría además que "todo lo que me gusta o es ilegal o es inmoral o engorda"

    Espero que cumplas tus propósitos, eso te garantizaría un plus de felicidad nada desdeñable.


    Perchelero

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  2. Mayte, como estoy de acuerdo contigo me uno a tus propositos, creo que es una forma inteligente para vivir de la mejor manera posible.
    Pero no dejes de ser como eres.
    Un beso.
    Mª Eugenia.

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