Corrían los últimos días de febrero de 1722 y los operarios se afanaban en
los trabajos de cimentación de la fachada y torres de la catedral de Málaga.
De pronto un pico de obra choca con algo extraño: una bolsa con elementos
metálicos que, al abrirse, descubren una importante cantidad de monedas
que alguien enterró hace tiempo. Más de 80 monedas de un material dorado
que resultan ser de oro y de los siglos I y II de nuestra era. Las imágenes de
Nerón, Trajano, Vespasiano, Galba, Marco Aurelio y otros emperadores
romanos están representados en las 87 monedas.
El inesperado hallazgo altera la convivencia en la ciudad. Qué hacer con las
monedas?. Algunos avispados extranjeros que en aquella época
comerciaban con los productos de Malaga (vino, pasas, aceite..) intentan
comprarlas por sumas irrisorias.
Reunido el cabildo, deciden ofrecer el tesoro al Rey. El arcediano de
Ronda, Dr. Felix de Bernuy Zapata y Mendoza, es el encargado de
llevarlo a la Corte y entregarlo en persona al Rey Felipe V.
Poco más se sabe de esta historia; solo que 4 de las monedas no llegaron a
la Corte y de las que llegaron tampoco se sabe.
Nota. Esta historia verídica aparece en algunos escritos del padre Llordén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor: Se ruega no utilizar palabras soeces ni insultos ni blasfemias, así todo irá sobre ruedas.
Reservado el derecho de admisión para comentarios.